crónica de Duhalde
Dice el refrán que no hay quinto malo. Y por la cuenta que le trae, a Argentina le interesa que Eduardo Duhalde aguante en el cargo más que sus predecesores para enderezar la crisis que azota el país. Tras los mandatos de Fernando de la Rúa y el fugaz Rodríguez Saá, este peronista de 60 años ha llegado a la Casa Rosada gracias a los maniobras de su partido, sin pasar por las urnas.
Aunque ha anunciado un Gobierno de "salvación nacional" y asegura que ha venido "a poner de pie y en paz Argentina" miles de ciudadanos contestaron su llegada al poder con una sonora cacerolada.
Duhalde, apodado "el tachuela" por su corta estatura, siempre ha luchado con el ex presidente Carlos Menem por el líderazgo del Movimiento Nacional Justicialista, fundado en los años 40 por el caudillo nacional-populista Juan Domingo Perón, al que tanto admira. Hasta tal punto, que los más críticos afirman ya han visto semejanzas entre la idolatrada Eva Perón y su mujer. La primera dama, Hilda 'Chiche' Duhalde, como la inolvidable Evita, se pasa el día hablando de los pobres.
Para los argentinos, Duhalde es el ejemplo perfecto de la clase de políticos englobado en el lema «roban pero hacen obra», ya que mientras desempeñó el cargo de Gobernador de Buenos Aires construyó infraestructuras y dio casa y comida a los pobres al más puro estilo populista . Pero su mandato fue salpicado por varios escándalos de supuesto enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos.
A Duhalde, padre de familia numerosa, católico y tradicional, el periodista Hernán López Echagüe le acusó en su libro "El otro" de estar vinculado al narcotráfico en su juventud. El presidente siempre ha negado estas afirmaciones.
El pago de los sueldos atrasados a los funcionarios y el anuncio de la devaluación del peso argentino en un 30%, han sido sus primeras medidas de choque para intentar superar la crisis.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home