.comment-link {margin-left:.6em;}

Somos, o nos hacemos?

La gran pregunta. Aqui encontrara algunos claros ejemplos de por que estamos donde estamos.

13 noviembre 2008

LOS COLOMBIANOS LA TIENEN CLARA

Etiquetas:

OJO. CARRIÓ ESTÁ A FAVOR DE ESTATISAR LA JUBILACION

Etiquetas:

DIPUTADO OMAR DE MARCHI

VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
SESIÓN DEL 6 DE NOVIEMBRE DE 2008
TRASPASO AFJP
INTERVENCIÓN DIPUTADO OMAR DE MARCHI
Sr. De Marchi.-
Señora presidenta: no hablaré de jubilaciones porque humildemente creo que no es el tema de esta sesión, en la que hay asuntos en juego que son mucho más importantes que un sistema previsional. Aquí está en juego nada más y nada menos que la independencia misma de este bendito Poder Legislativo.
Con esta pretendida reforma del sistema previsional una vez más –porque no es la primera vez ‑ el gobierno con apuro e improvisación, pretende corrernos por izquierda con la única meta de capturar una caja de cien mil millones de pesos.
Hace rato que venimos observando que la ideología de este gobierno es la plata, con el fin de seguir manteniendo un sistema prebendario y sostenido por la sumisión. Me pregunto realmente hasta cuándo nos van a seguir arreando. ¿Es serio pensar que en quince días se puede alumbrar un sistema previsional para que tal vez rija por los próximos cincuenta años?
Quiero aclarar que no me estoy refiriendo a cuál es el mejor sistema, sino a la urgencia innecesaria a la cual nos vuelven a someter. Debemos ser sinceros en cuanto a que al menos un buen número de los que hoy van a votar a favor de la estatización, o de este saqueo, en privado reconocen y confiesan que este tema merece una discusión más profunda. Lo dicen en los pasillos de atrás del recinto.
A fin de que este Parlamento sea independiente debemos comenzar por asumir nuestras propias responsabilidades en forma independiente. Creo que a esta altura queda claro que el objetivo supremo es complacer a la Corona. No le demos más vuelta al asunto; digámoslo. Sería mucho más valiente y honesto reconocer el verdadero fin, pero no disfracemos ni anestesiemos el debate.
No me resigno; me niego a que este Parlamento no parlamente. Me niego a que el Congreso sea sólo una corte de adulones que sesión tras sesión corren desesperados para agradar a la reina. Lo más grave es que para esto siguen utilizando a los excluidos, a los sectores más vulnerables; en este caso, a los jubilados.
¿Quién puede creer realmente que este gobierno se preocupa por algo que va a pasar cuando ellos ya no estén? ¡Por favor, digan que lo importante es la caja, en silencio, respetuosos, y nada más!
Resulta que en quince días quieren acordarse de los futuros jubilados. ¿Saben lo que ha sucedido en este país en quince días? Se han evaporado reservas por más de cuatro mil millones de dólares y ha caído el precio internacional de los commodities.
Y como este gobierno ha hecho del despilfarro su política económica, las cajas previsionales le vienen como anillo al dedo. Digámoslo.
¡Qué me vienen a explicar ahora que el sistema de capitalización es bueno o es malo, cuando lo que están haciendo es liquidar los ahorros de casi diez millones de argentinos! Nada justifica el robo, sostuvo Perón en 1973. Por más que aquí se dijo que se lo sacó de contexto, hasta ahora nadie ha podido decir cómo.
Me niego a bailar con la música que elige Kirchner y que interpreta su esposa. Me niego a que el Congreso siga corriendo detrás de los caprichos reales.
Sólo para recordar algunos de los apuros de las últimas semanas, puedo mencionar el tema de Aerolíneas Argentinas, que hace muy poquito lo hemos discutido; es fresquito. Salieron corriendo a convalidar un acuerdo de nuestro querido y común amigo Ricardo Jaime con Marsans, donde virtualmente se legalizaba una enorme estafa a las cuentas públicas.
Hoy ese documento es sin duda la base de un gran papelón internacional; no saben cómo salir de eso. Mientras tanto, a los argentinos esto nos está costando, por lo pronto en lo que resta del año y el año próximo, cerca de dos mil millones de pesos.
Ayer Ricardo Jaime ha declarado que en el último mes Aerolíneas Argentinas ha perdido 35 millones de dólares o 120 millones de pesos. Hemos dejado de construir cuarenta escuelas.
Así podemos mencionar un menú interminable de improvisaciones y de caradurismos. No hay que sorprenderse con la dureza de ciertas palabras porque, ¿saben dónde está el origen de las jubilaciones de privilegio y del sistema de reparto?
Es algo sencillo y brutalmente hipócrita: las jubilaciones de hambre son para el pueblo, pero no para los pícaros que manejaron, aunque sea por un día, una cuota de poder.
No se olviden de esto: quisiera ver la nómina de jubilados de aquí a algunos años. Sepan que se van a encontrar con varias sorpresas. Aquí se escribe con la izquierda, pero luego se es ambidiestro.
Les pido realmente que dejen de corrernos por izquierda. La Argentina necesita a gritos una izquierda intelectualmente coherente, decente, responsable, como sucede en Brasil, Uruguay y Chile.
Me preocupan quienes dicen en este país representar a la izquierda argentina y se arrodillan ante las excentricidades de Chávez. Hace algunos años veneraban a Kant: ¡cómo hemos cambiado!
La Argentina necesita una izquierda comprometida en serio con las causas populares. No precisa esta izquierda aburguesada, que proclama estatismo y bienestar, pero que prefiere invertir más en aviones que en escuelas.
¿Dónde está esa izquierda que debe reclamar por los controles de inversión de los recursos públicos? ¿Dónde está esa izquierda que deber reclamar por un sistema de salud que garantice prestaciones de calidad para todos los habitantes? Porque plata hay, y va a haber más.
Lo digo con todo respeto hacia quienes no se sienten tocados. Por supuesto, quien se sienta tocado puede levantar la voz. Lo que tenemos es un amontonamiento de sofistas, que con argumentos de izquierda confiscan aportes privados para mantener una de las fiestas más caras que este país ha tenido en las últimas décadas.
El Congreso le facilita a Kirchner el manejo discrecional de varios miles de millones para que juegue a inversor bursátil con la plata de otros. Ello es tanto más grave que el desprecio que ese mismo hombre siente por las instituciones de la República.
Si esta iniciativa se aprueba hoy, van a disponer de más de cuarenta mil millones de pesos líquidos para financiar todas las candidaturas que quieran.
Ya no hará falta que venga Antonini Wilson. Incluso, con esta plata podrían devolver el favor a Chávez. Por favor, les pido que no incluyan los intereses, porque los de Chávez son caros.
La pregunta es dónde está el límite. Como Congreso, ¿estamos dispuestos a ejercer nuestro rol?
Este es el tema de la sesión, porque a esta altura los Kirchner están dispuestos a prohibir las exportaciones de carnes y de lácteos, a mentir con los números del INDEC en forma descarada, a someter a la Justicia, a los gobernadores y a los intendentes, a apretar a las empresas con un arma de Moreno sobre el escritorio, a confiscar al campo y, como una instancia que creemos que será la última, a confiscar los ahorros de los jubilados.
Estoy preocupado, porque no sé si la semana que viene estaremos discutiendo la estatización de los fondos de las ART o de las compañías de seguro, ya que ante cualquier necesidad estamos demostrando que no hay límites ni reparos.
Quiero desdramatizar el discurso, pero siendo muy gráfico con el destino del dinero. A los diez millones de argentinos confiscados –más votos de los que sacó nuestra actual presidenta ‑, que son los que hoy están siendo estafados, quiero decirles que les queda la resignación de saber que aunque sea están colaborando con la próxima campaña de los Kirchner. En definitiva, no se sientan tan mal.
Es más, si se enteran de que hay algún acto proselitista el año próximo, arrímense y exijan su choripán como corresponde, porque han ayudado a pagarlo. Y si se lo niegan, muéstrenle un recibo de sueldo donde conste el descuento a la AFJP, y en ese caso no les va a quedar más remedio que dárselo, porque un choripán de campaña no se le niega a nadie.
Para terminar, me permito hacer una sugerencia al señor Amado –bien amado ‑ Boudou. Si se aprueba la ley, le sugiero que junte los fondos de los aportantes a las AFJP con los de Santa Cruz porque van a rendir un poco más, ya que es más plata. Y de paso, por ahí también nos enteramos dónde están.
Sinceramente, termino triste. Quiero que quede claro que en esta sesión la discusión no pasa por si el sistema de reparto es mejor o peor que el sistema de capitalización. La discusión verdadera pasa por saber que hoy, 6 de noviembre de 2008, a plena luz del día están saqueando el dinero de muchos millones de argentinos de carne y hueso, con nombre y apellido, que trabajan todos los días y a quienes están traicionando. Que quede claro. (Aplausos.)

Etiquetas:

11 noviembre 2008

KIRCHNER, el Chavez Rubio

Por José Luis Espert
Para LA NACION
Domingo 9 de noviembre de 2008 |

Finalmente y después de la correspondiente demonización (compran dólares, venden bonos, invierten mal, cobran altas comisiones), el acaudalado y rentista matrimonio Kirchner nos ha salvado de las timberas AFJP al conseguir, del levantamanos de la Cámara de Diputados, la media sanción para reestatizar el sistema previsional y redimirnos de otra de las infecciones que trajo el menemismo de los 90.
Como natural consecuencia, la "mancha voraz" de un Estado en expansión, parece devorarlo todo frente a los ojos impávidos de millones de argentinos. El espíritu de Hugo Chávez nos sobrevuela. El correo, los radares, el agua, Aerolíneas, los trenes, las importaciones, la fijación de precios, los pagos al exterior, el mercado de cambios, la producción de carne, leche, trigo, maíz, petróleo y energía fueron los felices predecesores de la vuelta al estatismo stalinista que nos regala casi a diario la pingüinera gobernante.
La hiperinflación de fines de los 80 puso de manifiesto la dificultad para continuar dándole a la maquinita de la emisión para financiar el gasto público y los desaguisados fiscales de varios gobiernos.
El default de 2001, la pesificación de 2002, la reestructuración de la deuda de 2005 y el nuevo default desde enero de 2007 por las mentiras que Guillermo Moreno comete desde el Indek con la inflación, eliminaron la posibilidad de emitir deuda con alto seniority en el mercado internacional de capitales. Desde entonces, la Argentina sólo emite deuda externa trucha al mandamás venezolano Chávez (que se avivó y no nos compra más papel pintado) y aprieta a entes oficiales o amigos en el sistema financiero para que lo refinancien.
Con los Kirchner, la presión impositiva sobre los que están en blanco ha llegado a ser récord histórica de 48% del PBI, similar a Europa y totaliza 34% del PBI si se incluye la economía informal. Pero como no alcanzaba con exprimir a impuestos al sector privado, había que ir por más. Así es que desde marzo, ya sin poder emitir moneda, ni colocar deuda en el mercado de capitales, sin la posibilidad de que los organismos internacionales tipo BID y BIRF nos dieran más crédito ni de subir más los impuestos, el gobierno de Cristina Kirchner inauguró la etapa confiscadora.
Ya sabemos que la primera estación recorrida fue un fracaso. Las retenciones móviles fueron bochadas por el Congreso. Pero 24 horas después de festejar el Día de la Madre, la Presidenta nos regaló su tercer hijo. Un proyecto de ley para robarse los ahorros que millones de argentinos estaban haciendo para su vejez en el sistema de capitalización.
Entonces, el problema central, sobre el cual he comentado en esta columna hasta el hartazgo, es que, con tal de no bajar el gasto público, aún al borde del default como estamos hoy, nuestros gobiernos son capaces de llegar al extremo del hurto contra aquellos que pagan los impuestos para que ellos existan. Lo hizo el difunto Erman González con letra del polirrubros Domingo Cavallo en diciembre de 1989 con el Plan Bonex que confiscó los depósitos. Luego, el propio Cavallo puso la cara para el corralito de fines de 2001.
Después, Eduardo Duhalde, aquel presidente que decía que Argentina estaba condenada al éxito, pesificó la deuda pública. Lavagna en 2005 la transformó en papel pintado. Guillermo Moreno desde enero de 2007 miente con la inflación para que no crezca. Y ahora el Gobierno pretende eliminar el sistema de capitalización para rescatarla por ley del Congreso y de esta manera "protegernos" de la supuesta debacle de las AFJP como administradoras.
Este es el tema de fondo. En Argentina hay una corporación gigantesca y poderosa (¿mafiosa?) que, escondida tras el gasto público, vive tan inescrupulosa y cómodamente del subsidio, la prebenda, el clientelismo y la protección, que es capaz de cualquier cosa con tal de no bajarlo. Hoy es récord histórico, 33,3% del PBI. El Estado nunca ocupó tanto lugar en la economía argentina como con los Kirchner y es por eso que van por los $ 85.000 millones de activos de los futuros jubilados de capitalización y los $ 15.000 millones anuales de ingresos al sistema de fondos de pensión.
La principal preocupación del grueso de la oposición política hoy, no es el demencial robo a los que aportaron a capitalización, sino tratar de impedirle a los Kirchner libertad de acción en el uso de lo hurtado y condicionarlos así, políticamente, en un año electoral clave como 2009. En general, hoy la discusión no es la estafa, sino quien se queda con el botín.
No es como el discurso que difunde el Gobierno y todos sus satélites que es el Estado el que está pagando las jubilaciones del sistema de capitalización porque las AFJP fracasaron. Lo hace porque corresponde, ya que en el aporte personal y patronal una fracción va al sistema de reparto para financiar la jubilación básica. Es mentirle a la gente decir que las AFJP les generaron pérdidas a sus afiliados y por eso el Estado sale a rescatar. Las AFJP han hecho ganar muy buenos dividendos a sus aportantes. Si desde 2007 pierden plata, es porque el mismo gobierno que las apretó para que compararan bonos públicos, está al borde del default por una desastrosa política fiscal validada por casi todos los que hoy defienden la eliminación del sistema de capitalización.
Argumentos débiles
Algunos jueces previsionales, que ya han anticipado cómo van a fallar en caso de tener que intervenir en las causas que seguramente se presentarán, luego que la reestatización sea transformada en ley por el funcional (a los intereses oficiales) Congreso, dicen que el Gobierno no está confiscando con la eliminación de las AFJP. El argumento esgrimido es que un ahorro previsional, a diferencia de una cuenta corriente en un banco totalmente líquida, es un indisponible que sólo da derechos a percibir haberes en la vejez. Y que si al momento de la transferencia, el derecho jubilatorio que le reconoce el Estado es superior a lo que obtendría de la AFJP, no habría motivo para ningún reclamo.
Esto es insólito y descabellado ¿con tal que el Estado calcule que hoy paga mejores jubilaciones que una AFJP se acabó la estafa? ¿Quién puede asegurar que el día que usted se jubile, el Estado no lo va a hambrear como ocurre actualmente? ¿Un Estado que hoy tiene millones de juicios por no pagar de acuerdo a derecho a sus jubilados y con un déficit previsional sin dibujos de $ 30.000 millones por año? ¿Cómo es posible que sea válida, jurídicamente, la imprevisibilidad y la violación a la propiedad privada de fondos ahorrados en AFJP creadas por ley?
Además, no hay que olvidarse que a principios de 2007 le dieron a la gente la posibilidad de reelegir por ley y el sistema de capitalización ganó por goleada.
Evitar un default de la deuda pública confiscando todo activo del sector privado que el gobierno encuentre a su paso, puede tener efectos bastante similares a defaultear de manera abierta.
El autor de la nota es economista y director de la consultora Espert y Asociados.

Etiquetas: